En épocas anteriores, las necesidades de seguridad se hacían presentes, y había especialistas quienes fabricaban dispositivos para la protección muy peculiares; por supuesto que estamos hablando de los cerrajeros y las cerraduras.

Uno de los materiales que se emplearon en primer lugar para la elaboración de cerraduras fue la madera, pues se trata de un componente que es bastante moldeable, y que por lo tanto daba para la fabricación de numerosos mecanismos.

Claro que las cerraduras de madera se instalaban en los hogares de personas con escaso poder adquisitivo, mientras que para las personas con mayores riquezas se les fabricaban e incorporaban cerraduras metálicas, que son más resistentes y duraderas.

Según una entrevista que pudimos realizar a los especialistas de Cerrajeros Barcelona, las cerraduras eran elementos de gran tamaño, independientemente del material, y en numerosos registros aparece que eran cerraduras con más de un metro de longitud, y por lo tanto tenían gran peso.

Cerraduras: pasado presente y futuro

Evolución de las cerraduras antiguas

El paso del tiempo trajo consigo que los griegos ideasen un mecanismo en el que se introducía una llave debajo de un pasador para poder elevarlo y poder retroceder los pines en la caja de la cerradura para propiciar la apertura de la puerta.

Posteriormente los cerrajeros romanos hicieron posible que los diseños de sus cerraduras incluyesen obstrucciones, que a manera de combinación, garantizaban que una puerta permaneciese cerrada. Estas cerraduras sólo se podían abrir por medio de una llave.

Los que fabricaron estas cerraduras eran sumamente diestros en su trabajo. Los herreros de la época tuvieron una participación activa en la fabricación de las cerraduras, pues se encargaban de moldear los metales, lo que promueve el nacimiento de la cerrajería como profesión.

Las cerraduras actuales

Las cerraduras (sean tradicionales o de seguridad), se encuentran en su mayoría fabricadas en metal. Disponen de elementos como el resbalón, pestillo, una caja, resortes o lengüetas, la nuez que sirve para accionar el pestillo, y una guarda que es accionada a través de una llave.

Esta clase de cerraduras se les conoce como cerraduras mecánicas y a partir de éstas se han creado nuevos sistemas de cierre que tienen como finalidad reducir las posibilidades de los ladrones de ingresar a cuanto espacio se les ocurra. Como ejemplo de estos dispositivos tenemos los diferentes modelos de Cerraduras Sidese.

Muchas de estas cerraduras son electrónicas, y confieren un grado de seguridad elevado, además de ser resistentes y duraderas. Pese a que existen opciones modernas, aún muchas personas instalan bombines y cerraduras tradicionales.

Esto no es malo en sí mismo, sino que elementos como cajones, armarios, puertas interiores y todos aquellos elementos que no requieran un nivel de seguridad tan riguroso como el de las puertas principales.

El futuro de las cerraduras

Quienes no sepan sobre esto, la biometría consiste en el estudio del reconocimiento automatizado de rasgos físicos y conductuales, empleados por lo general para autenticar permisos y/o accesos.

Se han creado cerraduras basadas en este principio ya que muchos de estos rasgos no suelen cambiar en el individuo a pesar del transcurso del tiempo. Por supuesto, a este tipo de mecanismos se les conoce como cerraduras biométricas.

Con la biometría se busca que las cerraduras sean cada vez más seguras, pues es difícil que un malhechor pueda duplicar caracteres corporales para ingresar a los espacios. Por fortuna, la tecnología no se aplica para esos fines.